jueves, 25 de enero de 2018

Taller Optativo de Power Point impartido a los estudiantes de 2do. A. Secundaria












Uso del Laboratorio de Informática para impartir clase





Docentes de los diferentes grados y áreas utilizan el Laboratorio de Informática para impartir clases. 












Club E-Chica crean Robot con materiales reciclables.





Biografía de Juan Pablo Duarte




Juan Pablo Duarte y Diez nació en la ciudad de Santo Domingo el 26 de enero de 1813, durante el período conocido como el de la "España Boba". Sus padres fueron Juan José Duarte, oriundo de Vejer de la Frontera en la provincia española de Cádiz, y Manuela Diez Jiménez, oriunda de El Seibo, hija a su vez de padre español y madre dominicana.

Luego de que las tropas del haitiano Toussaint L'Ouverture llegaron al país en 1801, tomando posesión de la ciudad de Santo Domingo, los Duarte salieron hacia Puerto Rico, residiendo en Mayagüez, Puerto Rico, donde ha debido nacer su hijo primogénito Vicente Celestino, pero hasta ahora no se ha encontrado constancia de ello. La familia regresó al país luego de terminada la guerra de la Reconquista en 1809, cuando el país volvió a ser colonia española.

Su padre trabajó tesonera y provechosamente en su negocio de efectos de marina y ferretería, único en su género en la ciudad de entonces, situado en la margen occidental del río Ozama, en la zona conocida con el nombre de La Atarazana. En esta época nacieron, además de Juan Pablo, dos de los cinco hijos llegados a mayores: Filomena y Rosa. Nacieron otros que murieron jóvenes: Francisca, Sandalia y Manuel.

El padre de Duarte murió en la ciudad de Santo Domingo eI 25 de Noviembre del 1843, estando Duarte ausente del pais y su madre en Caracas en el 1858, durante el destierro que le impuso Santana, en unión de sus hijos.

Juan Pablo fue bautizado en la iglesia de Santa Bárbara el 4 de febrero de 1813. Sus primeras enseñanzas las recibió de su madre y, más tarde, asistió a una pequeña escuela de párvulos dirigida por una profesora de apellido Montilla. De allí pasó a una escuela primaria para varones, donde desde muy temprano dio muestras de una gran inteligencia. Fue admitido más tarde en la escuela de don Manuel Aybar, completando sus conocimientos de lectura, escritura, gramática y aritmética elemental.

Siendo casi un niño recibió clases sobre teneduría de libros para pasar, ya adolescente, bajo la tutoría del doctor Juan Vicente Troncoso, uno de los más sabios profesores de entonces. Con él estudió Filosofía y Derecho Romano, mostrando, una vez más, su gran deseo de superación y de amor por los estudios.

En 1828 o en 1829, con apenas quince años de edad, y acompañado del señor Pablo Pujols, comerciante ligado a su familia, sale vía Estados Unidos, Inglaterra, y Francia rumbo a España, radicándose en Barcelona, donde tenía parientes. Poco se conoce de Duarte durante su permanencia en España.

Para 1831 ó 1832 aparece de nuevo en Santo Domingo y trabaja en el negocio de su padre. Realiza una intensa vida social que le liga a importantes sectores de la pequeña burguesía urbana. Es testigo de matrimonios, apadrina bautizos y asiste a reuniones de carácter cultural. Esa vivencia de la sociedad es la que le permite percibir que existe un sentimiento patriótico que rechaza la presencia de los haitianos en el país. El mérito de Duarte, como patriota y como político organizador estriba, fundamentalmente, en que supo interpretar el momento histórico que vivía la sociedad dominicana de aquel entonces, renuente en sus capas más decisivas a aceptar la dominación haitiana. Para ese momento el gobierno de Boyer había envejecido y de un gobierno liberal y progresista, pasó a ser una dictadura con graves problemas económicos y resistencia interna en su territorio original.

Juramento de los Trinitarios
En el nombre de la santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la Separación definitiva del gobierno haitiano, y a implantar una República libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana, la cual tendrá su pabellón tricolor, en cuartos encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca. Mientras tanto, seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: "Dios", "Patria" y "Libertad". Así lo prometo ante Dios y el mundo: si lo hago, Dios me proteja, y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición, si los vendo.

Apegado a la lectura y ávido de conocimientos, traducía del francés al español, así como del latín. El 16 de julio de 1838, después de haber realizado una discreta labor de proselitismo, fundó la sociedad secreta "La Trinitaria". para que asumiera la responsabilidad de dirigir las actividades. Esta sociedad, que respondía a una estructura celular, tenía por lema "Dios, Patria y Libertad" y sus primeros miembros fueron Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito González, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo. Más adelante surgió otra sociedad "La Filantrópica" destinada a realizar una importante labor de propaganda mediante la representación de piezas teatrales.

Duarte tenía antes de la independencia un definido concepto de la nación dominicana y de sus integrantes. En su proyecto de constitución dice con claridad que la bandera dominicana puede cobijar a todas las razas, no excluye ni da predominio a ninguna. Su concepción de la República era la de un patriota, republicano, anticolonialista, liberal y progresista.

Cuando se inició en 1843 la revolución contra Boyer que repercutió en la parte oriental de la isla, Duarte encabeza el movimiento reformista en la ciudad de Santo Domingo. Juega un papel decisivo que lo llevó al liderato de los republicanos que luchaban por la independencia. Las circunstancias lo obligaron, más tarde, junto a otros compañeros a abandonar el país. Pero al ausentarse del territorio nacional sus compañeros, encabezados por Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, llevaron a cabo las gestiones finales del movimiento. Redactaron el Manifiesto del 16 de enero de 1844 en el cual quedaron plasmados los principios republicanos y liberales que Duarte predicó durante años y ratificaron, en el cuerpo de ese documento, la firme voluntad de crear un Estado soberano.

Después del 27 de febrero regresó a su patria, y se incorporó a la Junta Central Gubernativa dominada por los sectores más conservadores que no tenían fe en la viabilidad de la República. Se inició un proceso de luchas internas que culminó con la expulsión del territorio nacional de los patriotas fundadores del Estado dominicano. Ese Estado que nace a la vida pública, llevando en su seno oportunistas, conservadores y anexionistas en las más altas posiciones usurpadas a los iniciadores del movimiento separatista, que encarnaron siempre la vocación de sacrificio y el amor a la libertad de la mayoría del pueblo.

Falleció en Caracas, Venezuela, el 15 de julio de 1876 a los 63 años de edad.


¿Qué es la gamificación y cuáles son sus objetivos?


Por EDUCACIÓN 3.0 -24 enero, 20180
 gamificación
Aunque ya son muchos los docentes que aplican la gamificación en el aula, aún hay otros que no saben en qué consiste esta técnica de aprendizaje capaz de motivar y de enseñar a los alumnos de una forma lúdica. Te descubrimos sus secretos.


¿Qué es la gamificación?
La gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados: sirve para absorber conocimientos, para mejorar alguna habilidad para recompensar acciones concretas… Es un término que ha adquirido una enorme popularidad en los últimos años, sobre todo en entornos digitales y educativos.

Una de las claves principales al aplicarla es que los alumnos tengan perfectamente asimiladas las dinámicas de juego que se llevarán a cabo. Todas ellas tienen por objeto implicar al alumno a jugar y seguir adelante en la consecución de sus objetivos mientras se realiza la actividad.

En función de la dinámica que se persiga, el profesor deberá explotar más unas u otras. Por ejemplo, si el maestro busca despertar el interés por el juego en el alumno deberá aplicar la dinámica de la recompensa. Si, por otra parte, busca atraer el interés sobre la actividad, el maestro puede aplicar la dinámica de la competición que, aunque no es vista como una cualidad positiva, es un buen instrumento en el ámbito educativo.



Esta última, tiene la ventaja de poder realizarse de forma individual, por parejas o en grupo y en ella se basa Ismael Gómez Gutiérrez, docente de Primaria del CEIP Ciudad de Badajoz, durante su actividad ‘Charlie y la fábrica de chocolate’. También utiliza el cooperativismo, que no es más que otra forma de competir pero, en este caso, en grupo. Esta misma actividad cuenta también con la dinámica de la solidaridad al fomentar la ayuda mutua entre compañeros de una manera altruista.

Objetivos de la gamificación
“Intentamos potenciar al máximo las habilidades de los niños a través de la experimentación y el juego, puesto que mediante la experiencia y la diversión creemos que es más fácil alcanzar aprendizajes más significativos y funcionales”, explica  Bernardo Jareño Manclús, maestro del Colegio Alberto Sols, en Sax (Alicante), refiriéndose a su experiencia con la gamificación en el aula con herramientas como Classdojo y Symbaloo. Pero, ¿cuál es la finalidad de utilizar esta técnica?

Cualquier actividad realizada en contexto de la gamificación busca lograr tres claros objetivos: por un lado la fidelización con el alumno, al crear un vínculo con el contenido que se está trabajando. Por otro lado, busca ser una herramienta contra el aburrimiento y motivarles. Finalmente, quiere optimizar y recompensar al alumno en aquellas tareas en las que no hay ningún incentivo más que el propio aprendizaje.

Aquellos que usan la gamificación afirman que aporta ingredientes muy atractivos para sus alumnos y que, gracias a su uso, obtienen mejores resultados en algunas actividades. “Con esta metodología hemos conseguido seguir trabajando en el aprendizaje cooperativo inmerso en el resto de áreas y necesario para potenciar estos aprendizajes”, relata Silvia Valenciaga Sánchez, docente de 3º de Primaria en el CEIP La Arboleda de Numancia (Soria).


Pero Silvia no es la única que opina así. Muchos docentes relatan que su carácter lúdico facilita la interiorización de conocimientos de sus alumnos de una forma más divertida, generando una experiencia positiva en ellos. Además, consideran que es una gran oportunidad para trabajar aspectos como la motivación, el esfuerzo, la fidelización o la cooperación dentro del ámbito escolar.

Fases del proceso lector

 El aprendizaje se logra cuando el estudiante comprende lo leído. Este recurso servirá de apoyo a los docentes, para ayudar a sus estudiantes en la diferentes fases del proceso lector y estimular el desarrollo de las habilidades de compresión lectora.
  
La lectura
Es una actividad compleja que integra dos tipos de habilidades muy diferentes. Por un lado, hemos de distinguir las habilidades que nos permiten reconocer y atribuir un significado a las palabras escritas que aparecen ante nuestros ojos; El segundo tipo de habilidades son las implicadas en los procesos de interpretación o comprensión lingüística, e intervienen, aunque quizá de distinto modo, tanto en la comprensión de los mensajes orales como en los escritos.

La lectura ha sido una de las cuestiones más investigadas en los últimos tiempos, y se ha podido comprobar que el proceso lector está formado por varios módulos separables, cada uno de los cuales se encarga de realizar una función específica.

Fase perceptiva: De 2 a 4 años
Es una lectura-identificación. Centra toda su atención en el significado. Podrá leer garabatos denotados, garabatos nominados, figuras y formas, ideogramas, pictogramas ( tiempo meteorológico, días de la semana, estaciones, materiales de colegio.), palabra ( su nombre, logotipos, rótulos de la escuela, días de la semana)..), Sintagmas ( nombre de la clases, nombre del equipo, fiestas, cuentos.), y frases trabajadas en clase. Centra toda su atención en el significado. Los significantes son objetos para él.

Tras ver que es lo que el alumno puede leer, se proponen como instrumentos y técnicas.

Asociación imagen-palabra.
Calendario.
Nominación de espacios y útiles de la clase.
Murales.
Barajas de cartas.
Juegos de dominó.
Bandeja de palabra.
Libros.



Imagen: importancia.org
Fases asociativa-combinatoria: De 4 años aproximadamente a 5 años


Nos encontramos en una etapa intuitiva, en la que se realizan unas intuiciones simples: una lectura combinatoria y asociativa, y una escritura en la que se realizarán dibujos figurativos temáticos, reproducción perceptivo motriz. Reproducción de la palabra mediante el analizador auditivo. En esta etapa establecen su fijación en los significantes.

Los instrumentos y estrategias pueden ser:

Calendario.
Nominación de espacios, útiles y normas de convivencia.
Instrumentos de la fase anterior de asociación imagen-palabra.
Libros de palabras.
Libros de letras.
Construir una palabra dicha por el maestro.
A partir de las letras de una palabra construir una nueva.
Construir nuevas palabras partiendo de una ya construida, añadiendo letras.
Fase alfabética: De 5 años y medio a 7 años
Se continúa en una etapa intuitiva, pero estas intuiciones son ya articuladas: una lectura alfabética.

El niño es capaz de utilizar el código alfabético de los adultos. Por primera vez relaciona significante y significado. Realiza las mismas operaciones lingüístico-formales que un lector adulto, aunque con una serie de limitaciones determinadas por los contenidos, los continentes y su carencia de autonomía.

Estos son los instrumentos:

Que la lectura será el punto de partida de las actividades de la jornada.
Lectura por grupos: formando grupos de 4 a 5 niños que tengan diferentes niveles de lectura, cada uno tendrá un libro distinto. El maestro pasará por los grupos.
Juegos de lectura: inventados o propuestos por el maestro.
Representación de acciones.
Comprensión lectora: comprensión por la vivencia (dramatización, lectura dramatizada, lectura mimada…, y comprensión de la representación gráfica (dibujo sobre lecturas realizadas, caracterizar un texto).

Imagen: https://www.psicodiagnosis.es/
Fase Universal: De 7 a 8 años
Ya en estas edades el alumno puede leer dibujos figurativos, pictogramas, fonemas, sílabas, palabras, sintagmas y frases. Y en función de esto se concretan una serie de estrategias y actividades.

Asimilado en la fase anterior el código alfabético, se inicia la generalización de la lectura. El niño será capaz de interpretar los signos de puntuación, realizar las pausas, dar una correcta entonación, todo aquello que da al texto expresión y tiene función comunicativa. Pero aún la lectura no se puede utilizar como herramienta de trabajo. El niño debe leer por el placer de leer.

Instrumentos:

Lectura por grupos, pero sólo existiendo dos niveles.
Juegos de lectura, lectura completa, lectura salteada, pintado y subrayado de palabras, omisión de palabras, dibujo de acciones…
Comprensión lectora; por la vivencia (dramatización, lectura dramatizada, lectura mimada), comprensión por los rasgos expresivos y comprensión por la representación gráfica (dibujo sobre lecturas realizadas, elección de ilustración para caracterizar un texto, elección de un texto para caracterizar una ilustración).

Recursos:
Fichas de lecturas
Fichas de lecturas 1
Cuentos cortos
Fuentes:
Cuetos Vega, F(1998): “Psicología de la lectura”.Madrid. Escuela Española.
Julio Antonio González-Pienda y José Carlos Núñez Pérez. (1998): Dificultades de Aprendizaje Escolar. Madrid. Pirámide.
Mª. Jesús Comellas Garbó. (1996): Las Habilidades Básicas de Aprendizaje. Barcelona. EUB.
Mateos Claros, Francisco. (2003): Dificultades de Aprendizaje e intervención psicopedagógica (apuntes). Ceuta.
http://www.escuelaenlanube.com
http://do.tiching.com

http://www.pequelandia.org

Recursos para estimular la comprensión lectora


Para cultivar en los niños la comprensión lectora, es recomendable iniciarlos con actividades infantiles que traten aventuras divertidas para que capten su atención e interés.

La compresión lectora no es más que comprender el significado del texto leído. Es un proceso interactivo entre el lector y el texto, a través del cual se le otorga sentido, se construyen nuevos significados y se entiende lo leído. Esta tienen una relevancia vital en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Inculcar la lectura en nuestros niños a temprana edad, es de gran importancia para su desarrollo cognitivo. Por eso te proporcionamos los siguientes recursos para que los utilices con tus estudiantes.

La primera selección de recursos está disponible en el sitio web del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado de España. Está dirigido para niños en edades comprendidas entre 3 y 11 años y a su vez subdividido en bloques de edades de 3 a 5 años, de 6 a 8 años y de 9 a 11 años. Cada uno de los cuentos contiene actividades interactivas, fichas y diferentes formatos de la historia.

Accede desde aquí.


La segunda propuesta nos llega del blog aulapt.org, con fichas para imprimir y trabajarlas con tus alumnos de 1° y 2° grado.

jueves, 11 de enero de 2018

Charla día Internacional del Derecho Humano


Charla a estudiantes sobre los Derechos Humanos, a cargo de la Lic. Mildred Valdez, Dinamizadora TIC, con el apoyo de la Lic Berki Sanchez, Coordinadora del Segundo Ciclo y las maestras Maria Garcia, Jennifer Cepeda y Emilia Ramirez.

Luego de la charla los estudiantes plasmaron en un mural algunos de los derechos humanos.










Diez herramientas TIC para mejorar la ortografía







http://www.aulaplaneta.com/2015/07/23/en-familia/diez-herramientas-tic-para-mejorar-la-ortografia/

Natalicio Eugenio María de Hostos

Eugenio María de Hostos y Bonilla; Mayagüez, Puerto Rico, 1839 – Santo Domingo, 1903. Político, pedagogo y escritor puertorriqueño. Hombre austero y de ideas liberales, cuyo pensamiento recibió influencias del krausismo y del positivismo.

Eugenio María de Hostos consagró su vida a un doble ideal: la independencia de su patria y la educación de los pueblos.

Hostos soñó con una confederación antillana libre como base de una América libre y unida, y a ello se dedicó con ahínco desde sus tiempos de estudiante en España; vio en la mejora de la educación popular el fundamento de un futuro de libertad y justicia, y, a lo largo de una vida itinerante que lo llevó a recorrer toda el continente, prodigó por doquier su labor de renovación pedagógica.

Hoy esta redacción recuerda su natalicio, presentando sus obras más sobresalientes
La producción de Hostos, extensísima y variada, comprende muchos más títulos que los anteriormente destacados, y, pese a tal diversidad, se halla presidida en su mayor parte por aquellos mismos ideales de libertad en el terreno político y de humanismo en el educativo que siempre guiaron su trayectoria vital. Ello puede afirmarse incluso de las obras que, dentro de su amplísima bibliografía, podemos calificar de literarias.

Si alguna vez se ha considerado su obra literaria como de interés secundario, ello no se debe a falta de aptitudes ni de calidad: su primer trabajo en prosa, la singular novela titulada La peregrinación de Bayoán, escrita en 1863 en España, tiene un interesante contenido simbólico y poemático que anunciaba a un escritor de gran porvenir literario, dentro de la corriente romántica. El relato representa la unión de las Antillas, personificadas en distintos personajes que llevan nombres indígenas: Bayoán es Puerto Rico; Marién es Cuba; Guarionex es Santo Domingo. La hondura del pensamiento y la exposición de ideas revelan ya en este texto primerizo el acendrado amor de Hostos a América y su preocupación por el porvenir de las Antillas.

Este primer grupo de obras literarias incluye otras dos novelas inéditas: La novela de la vida y La tela de araña. Eugenio de Hostos escribió asimismo algunas composiciones poéticas y un poema neoclásico titulado El nacimiento del Nuevo Mundo. Después redactó algunos cuentos y comedias para sus hijos (Cuentos a mi hijo, 1878), pero no pasó de ahí: sus ilusiones literarias de juventud serían pronto consideradas por el propio autor como ocios impropios del hombre llamado a más altos menesteres patrióticos y humanos.

El grueso de la obra de Hostos lo conforman ensayos de diversa temática: ética, sociología, derecho o literatura. En este ámbito su libro de mayor alcance se titula Moral social (1888), fruto de las clases que dictó durante su permanencia en Santo Domingo, de 1879 a 1888. Hostos siguió las tendencias filosóficas positivistas del momento en que se formó su pensamiento, pero en ocasiones recuerda la corriente krausista, introducida en España por Julián Sanz del Río. En Moral social, Hostos expone, de todos modos, una concepción propia y original de la ética en las relaciones del hombre con la sociedad.

Otras ensayos de tipo didáctico de Hostos, como el Tratado de Sociología (1901), tuvieron el mismo origen, pues provienen de su labor docente en Santo Domingo; son asimismo dignos de mención títulos como En la exposición y La cuna de América. Por su sólida estructura científica sobresalen sus Lecciones de Derecho Constitucional (1887), obra premiada en la Exposición Nacional de Guatemala en 1897; su Geografía Evolutiva (1895) y el ya citado Tratado de Sociología (1901).

Todo ello da una idea de la importancia del polígrafo puertorriqueño, pero su actividad abarca todavía más aspectos: recogió las impresiones de su largo viaje por Sudamérica en Mi viaje al Sur; es autor de una biografía del cubano Francisco Vicente Aguilera, que publicó en Caracas; de una Biografía de Plácido, publicada en Chile en 1872; de las Cartas públicas acerca de Cuba (1895), de la letra y la música de un Himno a Borinquen y de otros muchos trabajos.


Entre sus estudios de crítica literaria, por último, sobresalen Romeo y Julieta (Barcelona, 1867) y Hamlet (Santiago de Chile, 1872), uno de sus ensayos de mayor interés. La Confederación de Estados Americanos, reunida en Lima en 1938, proclamó póstumamente “Ciudadano de América” a Hostos, apreciado todavía hoy como ilustre polígrafo y como el más brillante de los educadores de Hispanoamérica.