lunes, 3 de abril de 2017

Metodologías activas para el aula: ¿cuál escoger?




Metodologías activas para el aula: ¿cuál escoger?

Poco a poco, las metodologías activas ganan protagonismo en los centros educativos. Con su introducción en el aula, la enseñanza se centra en el estudiante de una forma constructiva, ya que el alumno forma parte activa del proceso de enseñanza aprendizaje. Además, se trata de una enseñanza contextualizada en problemas del mundo real en que el estudiante se desarrollará en el futuro.
A continuación, os mostramos algunas de las más metodologías activas más utilizadas. Si estás pensando en llevarlas a tu aula, ¿cuál te resulta más interesante?
Aunque pensemos que las metodologías activas son una práctica educativa relativamente reciente, no es así. Ya a finales del siglo XIX principios del XX comenzó a hablarse de un movimiento de renovación –tanto pedagógico como educativo- al que se denominó La Nueva Educación. ¿Su obejtivo? La apuesta por un nuevo estilo de enseñanza que convertiría al estudiante en protagonista de su proceso de aprendizaje. Asimismo, otra de sus señas de identidad era su predisposición a rechazar procesos memorísticos en favor de un espíritu mucho más crítico.

Características y beneficios
La apuesta por el trabajo en equipo y la resolución de problemas basados en situaciones de la vida real son dos de las cualidades esenciales del uso de las metodologías activas en el aula.

De igual modo, logran una mayor motivación y participación por parte del alumno, que puede contrastar puntos de vista con el resto de sus compañeros y exponer sus propios razonamientos ante cada situación; de ahí, que la comprensión se mejore y el aprendizaje conseguido también. Todo ello se logra porque durante el proceso de desarrollo de sus habilidades y capacidades puede entender mucho mejor un texto, relacionar informaciones entre sí, saber cuál es la estrategia que tiene que llevar a cabo según el contexto de que se trate…

 ¿Cuál elegir?

Teniendo en cuenta que existen diferentes metodologías activas, la duda surge al elegir una u otra, incluso podría darse el caso de utilizar más de una simultáneamente si las circunstancias se prestan a ello. Criterios como la formación y el dominio que tenga el profesor son fundamentales. Y mientras algunos opinan que dependiendo de la etapa educativa es preferible una y otra, otros no lo creen así.

A continuación, os mostramos algunas de las populares:
1.Aprendizaje Basado en Problemas: En esta metodología activa, el alumnado debe resolver un problema que le plantea el profesor con el objetivo de mejorar sus habilidades y su conocimientos. Facilita la interdisciplinaridad y consigue un incremento de la curiosidad del estudiante.
  
2.El Método del Caso: La primera vez que se utilizó fue en la Universidad de de Derecho Harvard (Estados Unidos) a finales del siglo XIX. Esta metodología se caracteriza porque es el alumno el que se hace sus propias preguntas a las que él mismo da respuesta.
 3.Aprendizaje Basado en Proyectos: La clase se divide en pequeños grupos de trabajo y cada uno tiene que investigar un tema elegido de forma democrática y que esté relacionado con el mundo real, dando sus propias soluciones.
 4.La Simulación: Se desarrolla en tres fases. Una primera de tipo informático en la que se definen los objetivos y se organizan los grupos; una segunda que es la simulación en sí; y una tercera de tipo evaluativa en la que los alumnos debaten sobre qué habría ocurrido si hubieran tomado otra decisión. Sus beneficios incluyen: fomento del pensamiento crítico, mejora de la comunicación oral y/o escrita, resolución de problemas…
 5. El Aprendizaje Cooperativo: A esta metodología lo que le caracteriza es que los objetivos del alumnado se encuentran vinculados entre sí de manera muy cercana, por lo que cada uno de ellos sólo lograda el suyo si el resto de la clase también consigue los suyos propios.
 6.El contrato de aprendizaje: Una de las guías del Servicio de Innovación Educativa de la Universidad Politécnica de Madrid la define de la siguiente manera: “Documento utilizado para ayudar y guiar al estudiante en su proceso de aprendizaje de una materia, un curso… El valor de este documento es que nace de un acuerdo y de una negociación entre estudiante/s y el profesor. Es un método en el que la responsabilidad del proceso de aprendizaje recae totalmente en el alumno”.

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