La formación de los docentes para utilizar las nuevas
tecnologías en las aulas es importante y debe ser desde el inicio de sus
estudios de docencia, ya que las nuevas generaciones de estudiantes manejan
estas herramientas.
La implementación de las nuevas tecnologías en las aulas
educativas de América Latina no reemplazará el papel de los maestros, que deben
convertirse en guías para el uso de toda la información generada con esos
recursos, afirmó la directora de la Unesco para América Latina, Cecilia
Barbieri.
“Está cambiando el acceso a la información, en el pasado era
accesible a través de un docente, ahora el papel del docente es clave porque la
tecnología no va a reemplazar al docente, hay un papel diferente”, dijo en
entrevista con Efe la jefa de la Oficina de Educación para América Latina y el
Caribe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (Unesco).
Barbieri sostuvo que la región está pasando por un proceso
importante donde el profesor se vuelve un guía para los estudiantes para la
buena utilización de la tecnología.
“Un estudiante necesita ser guiado, no toda la información
es segura, entonces se tiene que procesar esa información para controlar las
fuentes”, insistió.
Según la directiva de Unesco, la formación de los docentes
para utilizar las nuevas tecnologías en las aulas es importante y debe ser
desde el inicio de sus estudios de docencia, ya que las nuevas generaciones de
estudiantes manejan estas herramientas digitales.
Agregó que los docentes con esos conocimientos pueden crear
contenidos digitales propios de cada región que es lo que hace falta en América
Latina frente a todas las adaptaciones que se hacen.
“Falta la creación de contenido, en la región hay mucho
contenido que entra, que se adapta, pero se tiene que producir más contenido
local”, señaló la italiana.
Barbieri destacó la importancia de la tecnología en la
educación si se la usa con un objetivo específico y que su buena utilización
puede ayudar a romper las brechas de desigualdad.
“El trabajo con la tecnología es potente porque seguramente
puede romper esa brecha de desigualdad a través de la formación a distancia, a
la conexión de acceso a la información, pero cuando entra al aula tiene que ser
utilizada con un objetivo muy específico”, aseveró la directora.
Todas estas transformaciones en la educación se deben a las
nuevas necesidades de los “estudiantes del siglo XXI” que buscan adquirir
conocimientos más cercanos a su realidad.
Los desafíos educativos
“El sistema se está transformando, la necesidad de los
países se está transformando, el mundo se está transformando, entonces la
educación como se enseñó en el siglo pasado no funciona ahora, entonces es un
requerimiento de los jóvenes justamente aprender algo que sea mucho más cercano
a su realidad”, explicó Barbieri.
Es por eso que se potencia el trabajo en equipo, el
pensamiento crítico y que puedan encontrar soluciones creativas a las
dificultades de su realidad porque son conscientes de su entorno.
Barbieri señaló que los desafíos de la región en cuanto a
educación tienen que ver con mejorar la calidad educativa y trabajar en
disminuir las brechas de desigualdad.
Además, indicó que hay una nueva preocupación en la región
que tiene que ver con la atención de la educación de personas adultos mayores y
es necesario que los países realicen acciones y puedan cubrir también sus
necesidades educativas.
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